ACTO: “Pioneros y Proezas”, un libro que enamora
Santo Domingo, RD. - La
noche olía a béisbol.
Luego
de pensarlo muy bien, Kevin Cabral y Rolando Guante subieron al podio con la
misma seguridad que Juan Marichal y Pedro Martínez lucían en el box y también
lanzaron una joya.
La puesta en circulación
de “Pioneros y Proezas de Dominicanos en Grandes Ligas”, la obra maestra
de dos excelsos cronistas de la "Generación del 80", llenó el
Auditorio del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, tal y como ocurría en
los estadios cuando abrían Marichal y Pedro.
Se trata de una
cronología de hazañas, récords, galardones y títulos alcanzados por los
dominicanos en más 70 años de travesía por el béisbol de las Mayores, desde que
Osvaldo Virgil se convirtiera en el primero en llegar en 1956.
“Rolando y yo nos
sentimos muy honrados viendo la calidad de la gente que nos acompaña hoy. Es un
gran honor y un inmenso compromiso tenerlos presentes esta noche en este
escenario”, expresó Kevin, definido por su compañero
como “el mejor comentarista de habla hispana del béisbol”.
El neurocirujano José
Joaquín Puello, el miembro COI, Luis Mejía Oviedo; Ellis Pérez, quien desde
1963 hizo posible que el país tuviera una cadena de Grandes Ligas; los
exminisros de Deportes, Cuqui Torres y Felipe Payano, el cantante Niní Cáffaro,
el vicealmirante Sigfrido Pared Pérez, Winston --Chilote-- Llenas, Tony Piña
(el de los “Grandes Finales”), el publicista Nandy Rivas y los estelarísimos
narradores Santana Martínez y Radhamés González.
Como si fuera poco,
cómodamente sentados estuvieron allí, de igual forma, Andrés Van Der Horts, un
inmortal sin nicho; el maestro de la locución e imparcial seguidor de los
Leones del Escogido, Rubén Camilo: Garibaldi Bautista, presidente del Comité
Olímpico Dominicano y los inmortales Fernando Teruel y Eduardo Gómez.
La presencia, además, en
la mesa principal del inmortal de Cooperstown, Vladimir Guerrero, así como de
familiares de ambos cronistas --y ahora escritores-- les dejaron
impactados.
En medio de la emoción
que el motivo y las muestras de carino recibidas en toda la noche, Kevin y
Guante no olvidaron sacarles su plato aparte a Mendy López y Roosevelt
Comarazamy.
El estelar comentarista
de las Águilas Cibaeñas habló sobre la oportunidad que la vida le brindó de
compartir cabina con un narrador como "El Único".
“Hoy quiero
recordar a un inolvidable compañero, profesor, amigo y mentor como Roosevelt,
dueño de un estilo irremplazable e inolvidable y por eso le dedicarle
este acto”, manifestó, a su vez, el espigado redactor
hainero sobre "El Hindú".
“Pioneros y
Proezas de Dominicanos en Grandes Ligas” es una exquisita obra
para las presentes generaciones de cronistas deportivos y público en general,
pero que deberá perdurar en el tiempo como libro de consulta”, resaltó
Vitelio Mejía Ortiz, el presidente de Lidom y prologuista del mismo.
Dionicio Guzmán,
presidente del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, consideró que la
obra sobrepasa las fronteras del país y que será fuente de consulta también en
otras latitudes donde el béisbol tiene presencia.
“Para la crónica
deportiva del país es una noche grandiosa porque hablar de libros y hablar de
bibliografía deportiva es hablar de educación. Que mis palabras sean reflexivas
porque para enfrentar la galopante inversión de valores que vivimos en tiempos actuales,
es el libro una de las vías más idóneas para combatirla”, subrayó,
en tanto, Américo Celado, presidente de la Asociación de Cronistas Deportivos
de Santo Domingo (ACD).
En la actividad también
hablaron Junior Noboa, titular de la Dirección del Comisionado de Béisbol;
Ramón Ferrer, el primer árbitro dominicano en Grandes Ligas, hito que le merece
un capítulo en el libro, y Esteban Germán, de la Federación Nacional de Peloteros
Profesionales (Fenapepro), quienes coincidieron en resaltar la calidad de sus
autores y la importancia de la obra.
El acto, convertido en
gala por la productor Ildefonso Ureña y conducido con la elegancia que escribe
y acompaña a Yancen Pujols, un aventajado discípulo de "El Maestro
Guante", inició con la bendición de la actividad, seguido por un
minuto de silencio por la memoria de Mendy , que inmediatamente fue convertido
en un minuto de aplausos.
Por: Freddy Tapia.
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