CASA BLANCA: La llamada de Trump con Putin pone fin a los esfuerzos de EEUU por aislar a Rusia
AP:
Moscú, Rusia. -Al afirmar que la membresía de Ucrania
en la OTAN es “impráctica” y que el
regreso de los territorios ocupados por Rusia a Kiev es “ilusoria”, la administración del presidente Donald Trump está
dando su visto bueno a elementos clave de la lista de deseos del presidente
Vladímir Putin, incluso antes de un posible acuerdo sobre el conflicto.
Rara
vez un cambio de política entre Moscú y Washington fue tan rápido y drástico
como la llamada telefónica de Trump con Putin, la cual puso fin abruptamente a
un esfuerzo de tres años liderado por Estados Unidos para aislar al líder ruso
por la situación en Ucrania.
Y la lucha en Ucrania
no fue el único tema que los dos líderes discutieron en la llamada del
miércoles. Hablaron sobre Oriente Medio, el papel del dólar, los mercados
energéticos mundiales e incluso de inteligencia artificial.
La amplia agenda era
exactamente lo que Putin ha querido durante mucho tiempo: Rusia y Estados
Unidos sentándose a hablar sobre cuestiones globales mientras el resto del
mundo se mantenía al margen.
No está claro cómo
podrían evolucionar las posibles conversaciones de paz sobre Ucrania, pero la
llamada ya ha marcado un punto de inflexión, rompiendo inmediatamente el hielo
entre Moscú y Washington.
Los
objetivos de Putin en Ucrania
Putin envió tropas a
Ucrania el 24 de febrero de 2022, en medio de la intención de Kiev de unirse a
la OTAN, que él describió como una “línea roja” para Moscú. Él ha presentado la
expansión hacia el este de la alianza como una gran amenaza para Rusia y buscó
garantías de la OTAN de que nunca ofrecería la membresía a Ucrania.
Putin esperaba una
victoria rápida, pero la firme resistencia ucraniana y un flujo de armas
occidentales hacia Kiev frustraron rápidamente las esperanzas del Kremlin. La
lucha ha producido numerosas bajas en ambos lados, convirtiéndose en el mayor
conflicto militar de Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Después de sufrir
reveses iniciales, Rusia recuperó gradualmente la iniciativa en el combate,
desatando una serie de ofensivas a lo largo de la línea del frente de 1,000
kilómetros (600 millas) con ganancias lentas pero constantes a lo largo de
2024. Controla aproximadamente una quinta parte del territorio ucraniano,
incluida la península de Crimea, tomada en 2014.
Putin ha exigido que
Ucrania retire sus tropas de las cuatro regiones que Rusia ha tomado, pero que
nunca controló completamente, renuncie a su intención de unirse a la OTAN y
proteja los derechos de los rusoparlantes. Él y sus tenientes repitieron todo
eso en declaraciones recientes, reafirmando el enfoque maximalista de Moscú.
El presidente ucraniano
Volodymyr Zelenskyy ha rechazado las demandas de Moscú, pero la sombría
situación en el campo de batalla y las últimas declaraciones de Trump preparan
el escenario para conversaciones en las que Kiev podría verse potencialmente
obligado a aceptar compromisos dolorosos.
Trump
señala apertura a las demandas rusas
Trump describió su llamada con Putin
como “larga y muy productiva” y le agradeció “por su tiempo y esfuerzo”,
enfatizando su deseo compartido de detener la lucha, sin mencionar que fue
Rusia la que envió tropas a Ucrania.
Dijo que más tarde habló con
Zelenskyy, pero sin anunciar un compromiso sobre si Ucrania sería un
participante igual en las conversaciones de paz, una señal aparente de que a
Kiev podría presentársele un acuerdo negociado a sus espaldas, en un cambio
dramático de la política de la administración del expresidente Joe Biden de
“nada sobre Ucrania sin Ucrania”.
También el miércoles, el secretario
de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, dijo en una reunión con los aliados
occidentales de Ucrania que Kiev no debería esperar recuperar todo su
territorio de Rusia y que no se le permitirá unirse a la OTAN.
Y aunque Europa ha exigido ser parte
de cualquier conversación sobre el arreglo ucraniano, Trump y su equipo han
mostrado poco interés en involucrar a los aliados.
Hegseth insistió en que la OTAN no
debería desempeñar ningún papel en una futura misión militar para mantener la
paz en Ucrania y que cualquier mantenimiento de la paz no debería estar
cubierta por la parte del tratado fundacional de la OTAN que obliga a todos los
aliados a acudir en ayuda de cualquier miembro bajo ataque.
“Para Rusia,
el hecho de que por ahora parezca que serán Rusia y Estados Unidos quienes
delineen el esquema para el cese de hostilidades y la posible resolución del conflicto
o convertirlo en un conflicto congelado sucederá entre Moscú y Washington, y
Kiev y las capitales europeas serán un espectáculo secundario aquí”, de acuerdo
con Alexander Gabuev, director del Centro Carnegie Rusia-Eurasia.
Muchos en Europa parecieron atónitos
por el drástico cambio de política de Washington.
“Es, sin
duda, un enfoque innovador para una negociación hacer concesiones muy
importantes incluso antes de que hayan comenzado”, dijo en la
red social X el exprimer ministro sueco Carl Bildt, copresidente del Consejo
Europeo de Relaciones Exteriores.
En Moscú, el ministro de Relaciones
Exteriores, Sergey Lavrov, se burló de lo que describió como el “estupor” de la UE y la OTAN tras la
llamada Trump-Putin, diciendo que “muchos
en Occidente, comenzando por los líderes de la UE, estaban atónitos cuando tuvo
lugar una conversación normal y básica entre dos personas educadas y corteses”.
“Lo lamento
mucho, pero la reacción occidental muestra que prácticamente no quedan tales personas
allí”, agregó Lavrov.
Ampliando una agenda
ruso-estadounidense
Trump publicó en las redes sociales
que él y Putin “reflexionaron sobre la Gran Historia de nuestras Naciones, y el
hecho de que luchamos tan exitosamente juntos en la Segunda Guerra Mundial,
recordando que Rusia perdió decenas de millones de personas, y nosotros,
¡igualmente, perdimos tantos!”.
Esas palabras fueron música para los
oídos de Putin. Él ha convertido el enorme sufrimiento y sacrificio soviético
de la Segunda Guerra Mundial en un pilar ideológico clave y un punto de unión
para el país, así como una justificación de su reclamo de estatus de
superpotencia.
“Trump tomó
muchos de los puntos de conversación de Putin sobre el papel de Rusia en la
Segunda Guerra Mundial y todas las múltiples bajas”, explicó
Gabuev.
Putin, a su vez, ha elogiado a Trump
incluso antes de la llamada, repitiendo su afirmación de que él habría
prevenido las hostilidades en Ucrania si hubiera estado en el cargo. Putin
también ha respaldado la negativa de Trump a aceptar su derrota en las
elecciones de 2020.
Trump dijo que, durante la charla,
Putin mencionó su lema de campaña “SENTIDO
COMÚN”, añadiendo que “ambos creemos
firmemente en ello”.
TRABAJAR
JUNTOS Y MUY DE CERCA
Indicó que “acordaron trabajar juntos, muy de cerca, incluyendo visitar las
naciones del otro” y agregó que “probablemente”
se reunirían en Arabia Saudí en un futuro cercano.
Los diversos problemas globales que
Trump dijo haber discutido con Putin —incluyendo Oriente Medio, los mercados
energéticos, el dólar y la inteligencia artificial— reflejaron la amplia agenda
que el líder del Kremlin ha buscado abordar durante mucho tiempo, buscando
recuperar el estatus de superpotencia de Moscú de la era de la Guerra Fría, a
la par con Estados Unidos.
“La forma en que Trump enmarca este nuevo enfoque, la forma en que habla sobre su primera conversación oficial registrada con el presidente Putin, definitivamente se ve como una victoria simbólica para Moscú”, añadió Gabuev. “Es realmente una discusión sobre un colega competidor o lo que Moscú ve como una gran potencia par. Es mucho más amplio que solo Ucrania”.
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