PERFIL: Méndy López, adiós a “El Único”
Santo
Domingo, RD. - Con el deceso este lunes de Mendy
López, el béisbol pierde a uno de los narradores que mejor le describieron.
La bandera del béisbol,
del deporte dominicano, está a media asta.
Su agradable y bien
timbrada voz se puso como fresa en el pastel del “Deporte Rey” en el país y será echada de menos.
Con él también se va
uno de los últimos miembros de una irrepetible generación de narradores que
hicieron más grande nuestro béisbol, entre los que saltan a la vista Billy
Berroa, Lilín Díaz, Félix Acosta Núñez y Pappy Pimentel.
José Antonio Arismendy
López Quintero nació en Santiago en 1940, pero a los dos meses la familia se
trasladó a Pimentel, en cuyo municipio de la provincia Duarte fue declarado e
hizo vida.
El béisbol no solo lo
narró como pocos, sino que lo jugó. En su juventud fue torpedero de la
selección de su pueblo en los torneos amateurs municipales y provinciales de
entonces.
“El
Único”, como fue apodado por sus compañeros de transmisión
del conjunto de las Águilas Cibaeñas, en realidad se inició como narrador en el
torneo otoño-invernal dominicano con los Leones del Escogido y las
Estrellas Orientales.
Fue en el año 1981
cuando es integrado al staff de la cadena cibaeña, donde se consolidó como uno
de los narradores más destacados en la historia de la República Dominicana.
La profesionalidad,
trayectoria y esa voz inconfundible llevaron a esta franquicia a honrar el pasa
con el nombre de Mendy López su cabina de radio, espacio en el relató muchas de
sus coronas.
“¡Liiinnndoooo”!,
como la peculiar manera que tenía para narrar un strike cantado lanzado por un
pitcher de las Águilas, quedó aquel justiciero reconocimiento que le hizo el
equipo de sus amores.
“Durante
décadas, su voz y estilo fueron parte esencial de nuestro equipo. Narró con
pasión, calidad inigualable y un profesionalismo que lo hizo grande entre los
grandes. Su partida nos llena de tristeza y deja un vacío en la fanaticada”,
expresó el presidente de las Águilas, Víctor García Sued.
“Su
grandeza vivirá siempre entre nosotros y su entrega será una herencia para
futuras generaciones”, resaltó.
La calidad y el
singular estilo de Mendy también le llevaron a narrar en Nicaragua, México,
Venezuela y Puerto Rico. En cada uno de esos países también quedó el sello de
un profesional del micrófono que se paseó con hidalguía y modestia por este
mundo terrenal.
Fue esa modestia,
justamente la que le llevó a titular el libro de su autoría “Si yo fuera
narrador deportivo”, en el que incursiona como escritor y cuenta sus
experiencias en la narración del béisbol.
En esa obra puesta en
circulación en mayo de 2013, Mendy también le dio riendas sueltas a su vena
poética con la que en cada juego adornaba un trabajo que disfrutaba al máximo.
En “El paraíso de la vida”, como
elegantemente ha sido descrita la juventud, Mendy fue miembros de la Sociedad
Literaria Amidverza, en cuya revista con el seudónimo Lope del Castillo
publicaba poemas.
El papel de padre lo
aprobó con altas calificaciones. Además de una gran educación transmitió a sus
hijos el amor por el béisbol. Mendy López Jr. no solo fue el primer nativo de
Pimentel en llegar a las Grandes Ligas, sino que ha sido uno de los mejores
jugadores que ha tenido el circuito otoño-invernal dominicano.
Andrés, otro de sus
hijos, también jugó a nivel profesional y Lisette López Aude, su primera hija,
es médico de profesión.
“En
paz descanse mi querido compañero de más de 30 años, Mendy López. Maestro,
gracias por ser amigo, hermano, padre y mi narrador favorito. Las horas
compartidas dentro y fuera de la cabina son un tesoro que conservaré en mi
corazón siempre. Déjaste un legado inmortal”, escribió en su
cuenta de “X” Kevin Cabral, con quien
formó el mejor dúo de narrador-comentarista de las últimas décadas en “La pelota nuestra”.
Por: Freddy Tapia.
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