PROTECCION: Agresiones y muerte en el Caipi parecen no tener responsables
Santiago, RD. - La
agresión con 16 mordidas a un niño de un año por otros menores en el Centro de
Atención a la Primera Infancia (CAIPI) de Arroyo Hondo en Santiago, ha generado
consternación en el país. No obstante, este no es el único hecho lamentable que
ha ocurrido en las instalaciones de esta estancia infantil, que, además, hayan
quedado “básicamente impunes”.
Hace dos años y cinco
meses, en septiembre de 2022, en el Caipi Pueblo Nuevo del municipio San
Francisco de Macorís, en la provincia Duarte, falleció ahogado dentro de una
cubeta de agua mientras jugaba con un carrito, el niño Maikel Esmil Castro
Álvarez.
Inmediatamente,
la institución procedió a desvincular a los adultos responsables del cuidado
del menor.
Por la muerte del infante
de 1 año y 10 meses, cinco personas fueron detenidas. El Ministerio Público
solicitó 3 meses de prisión preventiva; sin embargo, solo a dos de ellas les
fue impuesta la medida cautelar por espacio de 60 días.
Tras las audiencias de
lugar, se llegó a un acuerdo entre las partes y todas las imputadas, fueron
dejadas en libertad y sin responsabilidad penal.
Este parece ser el mismo
camino que lleva el caso del menor de 1 año agredido a mordidas por otros niños
de 4 años, cuando el infante no entró a su aula luego del receso, y se quedara
en el comedor, donde estaban los niños más grandes, quienes lo atacaron
simultáneamente sin que un adulto se percatara lo suficientemente rápido para
evitar que le propinaran 16 mordidas, una cortada que llevó tres puntos de
sutura en su oreja y múltiples golpes en la cara.
Luego del incidente, la
institución desvinculó a la directora del centro, y a la maestra que debía
vigilar al infante, entre otras personas.
“Ellos
desvincularon a la directora, a una de las maestras, al supervisor y a la que
estaba también en la sala, a la otra no la cancelan porque está embarazada,
pero ellos no sometieron a nadie a la justicia”,
explica la madre, cuyo nombre es omitido para resguardar la identidad del
menor, según establecen las leyes.
Esta acción por parte del
Caipi, dificulta que la familia del niño agredido pueda proceder legalmente
contra la entidad, ya que inmediatamente se desvincula al personal, son
exempleados, por lo que no pertenecen a la organización y se pierde la
responsabilidad penal.
“La investigación ya
terminó, Fiscalía dice que como ellos (Caipi) desvincularon a las personas
responsables, no podemos ir contra la institución. Las medidas serían contra
esas personas directamente, pero no hemos podido localizarlas para proceder”,
explica la madre del niño atacado.
“De acuerdo a lo
que yo he podido investigar, la maestra no se percató de que mi hijo no entró a
la sala, luego del receso; mi niño se quedó afuera, y los niños más grandes
salieron a merendar y un grupo le cayó encima, lo golpearon y lo mordieron, y
ni la maestra de mi niño, ni la de los más grandes, ni el supervisor
intervinieron, mi hijo está vivo por un milagro”,
dice la madre.
Por: Ashley Martínez.
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