DOCUMENTOS DESCLASIFICADOS: El país fue el epicentro de varios complots contra Fidel Castro y Francois Duvalier
Santo Domingo, RD. - Grupos
cubanos utilizaron a República Dominicana como base de operaciones, reuniones y
planificaciones para invadir y controlar Haití, y luego golpear al gobierno que
presidía Fidel Castro.
Los recientes archivos
desclasificados por el gobierno del presidente de los Estados Unidos, Donald
Trump, revelan que grupos armados liderados por cubanos intentaron, en al menos
tres oportunidades, derrocar al exdictador haitiano Francois Duvalier y desde
allí atacar a Cuba. Incluso, uno de ellos tuvo el apoyo de Joaquín Balaguer.
Un primer documento
informa sobre el perfil de Antonio Rodríguez Echazábal y su estancia en Haití,
desde donde se presumen contribuyó con grupos armados cubanos que intentaron
derrocar el gobierno de Francois Duvalier.
El perfil indica que Echazábal vivió durante 18 años en Haití y, tras la caída el gobierno de Fulgencio Batista y la llegada de Fidel Castro, tomó control de la embajada en Puerto Príncipe, desde donde mantuvo relaciones cercanas a opositores del régimen de Duvalier.

En julio de 1959, el
documento registró que un grupo de cubanos invadieron Haití y esto,
supuestamente, fue considerado como un “preludio” de una invasión de República
Dominicana. Sin embargo, la incursión cubana fue repelida por el gobierno
haitiano, culpando a Echazábal de haber orquestado este movimiento armado,
obligándolo a abandonar el país.
Ese mismo año, pero en
octubre, otro documento desclasificado menciona conversaciones entre William
Pawley, un empresario y diplomático estadounidense con notable presencia en la
República Dominicana, y dos cubanos que no fueron identificados.
En su diálogo, uno de los
cubanos, a quien se le atribuyó ser un poderoso miembro de un grupo
anti-castrista, mencionó que se iba a reunir con sus allegados para discutir en
República Dominica la posibilidad de sabotear cosechas de azúcar en Cuba.
El cubano le comentó a
Pawley que su grupo fue contactado por el general José Eleuterio Pedraza, líder
de grupos revolucionarios cubanos en República Dominicana, y les preguntó sobre
sus planes para iniciar sabotajes en Cuba.
Rolando Masferrer
En 1964 y hasta 1966,
varios documentos desclasificados mencionan el nombre de Rolando Arcadio
Masferrer, un “prominente cubano exiliado y financiador de operaciones
paramilitares en el Caribe Contra Fidel Castro”, con vínculos estrechos con
República Dominicana.
Masferrer mantenía
contacto cercano con el cónsul dominicano Carlos Peguero Guerrero, hermano del
entonces jefe de la Policía Nacional, Belisario Peguero Guerrero, asegurando
que con el diplomático estaban colaborando para, en caso de que Luis Amiama Tió
diera el visto bueno, el cubano ofrecer su “activos cubanos” al Partido Liberal
Evolucionista (PLE) en caso de que decidiera llevar a cabo acciones contra el
gobierno del Triunvirato.
Un año más tarde, en
1965, un asociado de Masferrer informó que el cubano estaba en contacto con el
general haitiano Léon Cantave, respecto a un complot para invadir Haití desde
República Dominicana.
Para esto, Masferrer
estaba reclutando cubanos solteros en Nueva York que estuvieran dispuestos a
trasladarse a República Dominicana.
Al tiempo, Masferrer le
solicitó a su primo, Antonio Rojas Masferrer, que gestionara una finca en
República Dominicana que sería utilizada como área de entrenamiento y
preparación para aproximadamente 100 hombres que se sumarían a un grupo de
personas que tenía Cantave en el país. Todos los activos se unirían en un lugar
“indeterminado” dentro del país, desde donde invadirían Haití.
Los papeles indican que,
según Contave, Masferrer planeaba utilizar cuatro embarcaciones y cinco
aeronaves para la invasión de Haití, las cuales estaban planeadas para
emplearse luego en Santiago de Cuba, en la provincia de Oriente, después de
derrocar a Francois Duvalier.
Sumado a esto, un
fotógrafo de la cadena CBS que tuvo permiso de Masferrer para grabar el arsenal
que sería utilizado en la operación, indicó que la idea de los conspiradores
era montar una base en la isla Beata y los arreglos con República Dominica ya estaban
hechos. “El presidente Balaguer dio su aprobación para la operación”,
establece el documento.
La conexión con Balaguer
se habría dado, según los documentos, a través de Santiago Rey, un cubano
exiliado que era previamente ministro en el gobierno de Fulgencio Batista y
que, caído su gobierno, llegó a República Dominicana, donde fue asesor de Balaguer
en la campaña electoral y, por su ayuda, Balaguer le ofreció una finca en el
país donde pudiera entrenar una guerrilla anti-Castro.
Sin embargo, la operación
nunca se llegó a concretar, ya que las autoridades de Estados Unidos apresaron
a 68 complotados en 1967 y un año después Masferrer fue condenado a cuatro años
de prisión por “violar la ley de neutralidad en Estados Unidos”.
Antonio Cuesta Valle
Otros documentos nombran
a Antonio Cuesta Valle, un empresario cubano, reconocido opositor de Fidel
Castro, quien en 1965 pretendía establecer campos de entrenamientos a exiliados
en la República Dominicana.
Se indica que primero
intentó en Puerto Rico armar un campamento de exiliados cubanos contra el
régimen y que también esperaba un permiso del gobierno de la República
Dominicana para hacer lo mismo en el país como previamente lo hizo Eloy
Gutiérrez Manoyo, un líder militar cubano con presidencia en el país.
Sin embargo, sus planes
no prosperaron luego de que un “alto militar dominicano” hizo
acusaciones en su contra ante el gobierno, lo cual daño las “buenas
relaciones” que Cuesta Valle mantenía con el país.
Por: Paul Mathiasen.
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