ESTADOS UNIDOS: Recortes de ayuda de Trump a países como Haití provocan protestas de organizaciones
AFP: Washington, Estados
Unidos. - La congelación de la ayuda exterior estadounidense
debía durar 90 días mientras se realizaba una revisión completa, pero el
análisis duró poco más de un mes.
Al anunciar esta semana drásticos
recortes presupuestarios a la ayuda humanitaria y al desarrollo, la
administración de Donald Trump ha
enviado ondas de choque a la comunidad humanitaria, con consecuencias
potencialmente desastrosas para millones de personas.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio
Guterres, se mostró conmovido por esa decisión el viernes, advirtiendo
al gobierno estadounidense sobre los efectos "devastadores" de
los "fuertes recortes" en los presupuestos de ayuda
humanitaria, diciendo que iban "en contra de los intereses" de
Estados Unidos.
"Quisiera expresar mi profunda preocupación por la información
recibida en las últimas 48 horas por las agencias de la ONU -así como por
muchas ONG humanitarias y de desarrollo- sobre los drásticos recortes
realizados por Estados Unidos en su financiación", afirmó.
"Despilfarro"
La administración Trump anunció el miércoles que realizará recortes
masivos a la ayuda internacional estadounidense, eliminando por ejemplo el 92%
de la financiación de los programas de la agencia de desarrollo
estadounidense, USAID.
"Ahorraremos a los contribuyentes casi 60.000 millones de
dólares", se jactó.
Hasta ahora, Estados
Unidos era, con diferencia, el mayor donante de ayuda humanitaria y al
desarrollo del mundo.
Trump firmó el 20 de
enero, a su regreso a la Casa Blanca, una
orden ejecutiva que congelaba la ayuda exterior de su país por un plazo de 90
días, para proceder a una evaluación completa de su conformidad con la política
que pretende seguir su gobierno, en particular en temas como los programas que
promueven el aborto, la planificación familiar o la defensa de la diversidad y
la inclusión.
El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció
rápidamente exenciones para Egipto,
Israel y a la ayuda humanitaria "vital".
Pero desde entonces, la administración Trump, que dice querer luchar
contra el "despilfarro", ha desmantelado la USAID, lo que
llevó a algunos funcionarios a decir que nunca se planteó la posibilidad de una
revisión seria de los programas.
"Estas acciones son ilegales, costosas, ineficaces y dañan la
seguridad nacional de Estados Unidos", lamentaron senadores demócratas en una carta dirigida el jueves a
Rubio, a quien citaron al Congreso para dar explicaciones.
Notificación de rescisión
El International Rescue Committee (IRC), que gestiona
programas para refugiados, dijo que el fin de la financiación constituyó
"un golpe devastador" para sus "clientes".
"Estas personas
dependen de los servicios financiados por Estados Unidos para sobrevivir",
escribió el director del IRC, David Miliband, en una declaración, señalando que
la organización ha visto cancelados 39 de sus programas de ayuda.
Miliband deploró en
especial el impacto que la medida tendrá "para Sudán, Yemen y Siria,
que albergan a millones de civiles inocentes que son víctimas de la guerra y
los desastres".
La ONG
francesa Acción contra el Hambre anunció el viernes que tendría que
cerrar 50 proyectos en 20 países. A principios de año, la financiación
estadounidense representaba "más del 30%" de su financiación global,
indicó en un comunicado de prensa.
Por su parte, la agencia
de la ONU para la infancia (Unicef) dice que está examinando el impacto que
tendrá el cese de la mayor parte de la ayuda humanitaria estadounidense,
subrayando que millones de niños ya se están viendo afectados, particularmente
en Haití.
"Hemos
recibido notificaciones de terminación de subvenciones a UNICEF, que cubren
tanto programas humanitarios como de desarrollo",
dijo James Elder, portavoz de la organización, en una conferencia de prensa.
Más de medio millón de
personas más podrían morir de sida si se recortaran los fondos estadounidenses
durante diez años, advirtió la investigadora Linda-Gail Bekker, directora de la
Fundación Desmond Tutu, pronosticando "un inmenso desastre" durante
una videoconferencia organizada con otras ONG el jueves.
"No se puede detener todo así como así", dijo Atul Gawande, exfuncionario de USAID. "Hay que poder permitir una transición fluida, de lo contrario la gente saldrá perjudicada, las organizaciones nunca podrán regresar a estos países, las leyes serán violadas", afirmó el viernes durante un intercambio con periodistas.
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