Sepa porqué Mariano Sánchez construyó un castillo medieval en San Juan
En el paisaje rural de la
Región Sur de República Dominicana, donde la historia y la cultura se
entrelazan con la naturaleza, se encuentra un monumento que es tanto un
testimonio de sueños ambiciosos como de obstáculos insuperables: el
Castillo de San Juan. Este proyecto, puesto en marcha por
el artista plástico Mariano Sánchez en el año
2000, aspiraba a ser un centro cultural único en la región, un taller-casa
museo en donde se fusionarán el arte, la historia y la arquitectura medieval.
Sin embargo, el sueño de Sánchez nunca se completó, y hoy el castillo permanece
como una estructura inacabada que invita tanto a la admiración como al
misterio.
La influencia de la arquitectura medieval europea, especialmente la de
los castillos de Alemania y el arte gótico, fue esencial para dar forma a la
estructura. Las imponentes torres, los detalles ceremoniales y las formas
místicas de la Edad Media fueron los principales elementos que inspiraron la
estética del proyecto.
“Siempre me ha fascinado la arquitectura feudal, los castillos, esas
construcciones que reflejan tanto la historia como el arte”, menciono Sánchez. Su idea era crear un
espacio que no solo fuera visualmente impactante, sino también un centro para
la reflexión sobre el arte, la cultura y la historia sanjuanera.
Un proyecto que nunca terminó
El sueño de Mariano Sánchez se
vio truncado por varios factores, siendo el principal de ellos los problemas
económicos. A pesar de que al principio contaba
con recursos suficientes para iniciar la construcción, los costos se elevaron y
las dificultades financieras lo llevaron a una situación crítica. “Tuve
que hacer un acuerdo comercial con los acreedores debido a una deuda acumulada
de 20 millones de pesos”, explicó Sánchez.
El castillo fue concebido
sin planos arquitectónicos tradicionales. Sánchez, quien visualizaba cada
detalle en su mente, trabajaba directamente con el arquitecto, indicándole lo
que quería y cómo debía hacerse. «Los planos nunca existieron, todo estaba en mi cabeza. Le indicaba
al arquitecto lo que quería y cómo lo quería», afirmó el artista.
Esta metodología poco convencional, aunque impulsada por la creatividad, sumó
complejidad al proceso de construcción.
A
lo largo de los años, el Castillo de San Juan atrajo la atención de figuras
políticas, incluidos presidentes de la República, quienes visitaron el sitio y
se impresionaron con la belleza y el esfuerzo invertido. Sin embargo, a pesar
de su impacto visual y su potencial cultural, el proyecto nunca recibió el
respaldo institucional necesario. El gobierno y las autoridades locales no se
comprometieron de manera efectiva a preservar el castillo ni a concluir lo que
Sánchez había comenzado.
“Quería que las
autoridades preservaran el área verde que rodeaba el castillo, un espacio que
hoy ha sido invadido por construcciones de casas y apartamentos”, comentó
Sánchez con nostalgia. Empero, su intento de asegurar que el castillo y sus
alrededores fueran protegidos fue en vano, ya que no hubo un interés real por
parte de las instituciones públicas para mantener el proyecto.
Un objeto de memes y misterio
En
la actualidad, el Castillo de San Juan se ha convertido en un tema recurrente
en las redes sociales, donde se asocia a menudo con memes, teorías místicas y
referencias a la magia o la brujería, especialmente debido a la atmósfera que
la región sur del país ha tenido históricamente, marcada por figuras como
Olivorio Mateo y una rica tradición revolucionaria. A pesar de las asociaciones
populares, Mariano Sánchez se ríe de estas interpretaciones, aclarando que
muchas de las personas que comentan sobre el castillo carecen de conocimiento
acerca de su verdadero origen y propósito.
“Lo que realmente me inspiro fueron las tradiciones historicas y artísticas, no la magia. Entiendo que, por la historia de la region, la gente le de ese tinte, pero la realidad es que el castillo tiene una función cultural y educativa”, agrego el artista.
A pesar de que el Castillo de San Juan nunca se completó como originalmente se planeó, el impacto que ha tenido en la comunidad local es innegable. El castillo sigue siendo un símbolo de los sueños y esfuerzos de un hombre por enriquecer culturalmente a su comunidad. Hoy, aunque abandonado, el sitio sigue siendo un referente en San Juan, representando tanto el potencial cultural de la región como la fragilidad de los proyectos artísticos que carecen de apoyo institucional.
Mariano
Sánchez, por su parte, no pierde la esperanza. “Me gustaría que la gente
recuerde el proyecto con la visión con la que lo inicié, como un aporte
cultural a la provincia, algo que sirviera para el esparcimiento y la educación
de los jóvenes”, concluye con una mezcla de orgullo y
resignación.
Vistas espectaculares
Esta
joya arquitectónica destaca por su diseño único y funcional. El primer y
segundo nivel están destinados a eventos y exposiciones, con espacios amplios y
bien distribuidos. En el segundo nivel, se encuentran dos habitaciones, una de
ellas con un jacuzzi diseñado por el propietario, mientras que en la sala
resalta un gran arco con un cordón en alto relieve, también obra suya.
En
el tercer nivel, se ubican cuatro habitaciones, mientras que el cuarto nivel
alberga dos habitaciones y una gran sala de lobby. Las habitaciones están
distribuidas en las esquinas del castillo, sumando un total de doce, todas con
vistas espectaculares. Finalmente, el quinto nivel cuenta con una escalera en
forma de tobogán que conduce a un mirador, donde las atalayas de las esquinas
ofrecen un doble propósito: ser habitaciones y miradores al mismo tiempo.
El futuro del castillo: Un desafío incierto
Actualmente, el
castillo está bajo la administración del diputado de San Juan, Frank Ramírez. Sin
embargo, se desconocen los planes futuros para la estructura, lo que sigue
generando misterio y expectativas entre quienes esperan ver un resurgimiento de
esta estructura.
Fuente: mirando
el sur.
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