Turismo y potencial del Sur para producir energía solar
Lo que se vio como una utopía, un sueño casi inalcanzable, hoy día es una
satisfactoria realidad. De ser la cenicienta del sector hoy tenemos que “las energías renovables diversifican el
mapa energético y atraen nuevas empresas”.
Actualmente la industria de la energía solar es un hito
que impulsa inversiones millonarias, nacionales y extranjeras. Se ha convertido
en un apetecible esquema de competencia de capitales, los cuales echan pulsos
en interés de realizar sus inversiones en lo que otrora era la quimérica
industria de las energías renovables.
Como por arte de magia, y en un salto sin precedentes,
tenemos que este sector muestra un increíble crecimiento. Ahora “la
investigación y el desarrollo de proyectos solares son fundamentales para la
República Dominicana, con un objetivo de alcanzar la Net Zero para el año 2050”
(Net Zero, o “cero emisiones netas” de gases de efecto invernadero (GEI).
La importancia de los proyectos solares, estriba precisamente
en el hecho de que “la adopción de la
energía solar no solo contribuye a la descarbonización sino que también
beneficia las finanzas de los hogares y promueve un turismo más sostenible
al hacer el destino más verde”.
Ocurre que, “a
pesar de que la energía solar no tenía presencia significativa hace una década,
la capacidad instalada en República Dominicana ha experimentado un crecimiento
del 2,150.3% desde 2016”.
Cabe destacar que estos proyectos del área de energía
solar fueron desarrollados inicialmente en el Indotec (ahora IIBI) con
asistencia del BID y el Banco Central de la República Dominicana (BCRD), con
estudios previos realizados por expertos del Consejo Nacional de Energía
ahora Comisión Nacional de Energía (CNE).
Pero fue en 1980 que la investigación y desarrollo de la
energía solar comenzó en firme en República Dominicana, “específicamente el 9
de octubre de 1980, a través de la aprobación del proyecto TC7805148 de
cooperación técnica del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La iniciativa
contó con un financiamiento de USD 1, 037,100.00, con una contrapartida del
país de USD 387,100.00 y una cantidad adicional de USD 650,000.00.
“Este
proyecto cerrado se enfocó en la investigación sobre la energía solar dentro
del sector energético del país”,
según apunta el BID. La investigación incluyó la medición de energía solar
caída en distintas regiones del país y tuvo, entre otros aportes valiosos, la
edición de un manual que contiene estos datos que han servido de consulta para
el impulso de esta pujante industria.
Los
iniciadores
Muchos de estos datos los pude conocer y saborear como
periodista coordinador de prensa, gracias a valiosos profesionales de la
ingeniería, académicos de la talla de William Calderón, Bolívar Rodríguez,
Fabián Tello, Doroteo Rodríguez y Jaime Yépez (este último fallecido) que
trabajaron en la etapa de aplicación de este proyecto, en el Instituto
Dominicano de Tecnología Industrial (INDOTEC/ahora IIBI).
Para ese entonces “El INDOTEC, ahora conocido como IIBI
(Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria) enfocaría su rol en la
investigación, desarrollo e implementación de tecnologías industriales,
incluyendo el análisis y la aplicación de la energía solar, mientras el BCRD se
centraría en la estabilidad económica y la promoción de políticas que financien
y garanticen la viabilidad de proyectos energéticos, como la energía solar,
para el crecimiento nacional”.
Un
panorama halagador
Cuando se observan aquellos esfuerzos iniciales, y se
pondera la situación actual de la industria, uno se encuentra con un panorama
halagador, lo que debe llenar de mucha satisfacción a aquellos pioneros, y a la
población dominicana porque, aunque no se pondere en su justa dimensión, se
trata de una prueba de que el país avanza en estos sectores donde la dedicación
silenciosa, los sacrificios no ponderados y la visión futurista, fuera del
ánimo del ánimo politiquero, han tenido sus frutos.
Y para prueba un botón. En agosto de este 2025 el
director ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Edward Veras,
afirmó en un reporte de prensa fruto de una entrevista que ofreció al programa
El Matutino de la 91, conducido por Karina Larrauri y Sergio Carlo, que: “La República Dominicana no solo alcanzó la
meta del 25% de energías renovables en su matriz eléctrica, sino que también
logró transformar el perfil de inversión en el sector”.
“Hoy,
–agregó el especialista-el mercado energético nacional es más diverso, con la
entrada de nuevos actores internacionales y una cartera de proyectos que ha
dinamizado la transición hacia un sistema más sostenible.
En los últimos cinco años, según ha subrayado el director
ejecutivo de la CNE, “el país ha captado
más de US$5,000 millones en inversiones energéticas, la mayor parte destinadas
a renovables. “Esta dinámica coloca a la República Dominicana en el quinto
lugar de América Latina en atracción de capital para energía en 2025, por
encina de sectores como turismo, zonas francas o construcción”.
Destino
clave para inversión
El país se ha convertido en un destino apetecible para
los inversionistas en energías renovables en la región del Caribe. En ese
sentido, tenemos que se registra un aumento significativo en las inversiones
europeas en la industria solar, “impulsado
por políticas estables, incentivos y la fortaleza económica” del país.
Hay autores que citan a “empresas como la española Ecoener han invertido millones de
dólares en parques fotovoltaicos, y España en particular ha liderado las
inversiones extranjeras en proyectos energéticos en la isla”.
“Estos
capitales se dirigen a proyectos de gran escala y a la integración de sistemas
de almacenamiento, lo que consolida a la República Dominicana como un destino
clave para la inversión en energías renovables en el Caribe y Centroamérica”.
Además de Ecoener, empresa que ha convertido a la
República Dominicana en su principal foco de producción de energías renovables,
está la Amara Nzero, “otra empresa
española con planes de expansión en el país para abastecer el mercado de instalaciones
solares”.
Por: Emiliano Reyes Espejo.

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