ENTREVISTA: Haití es una olla de presión a punto de estallar
EFE: Madrid, España. - Haití
"es una olla a presión a punto de volver a estallar" y los
últimos recortes en ayudas al desarrollo del presidente de Estados Unidos y su
decisión de expulsar a los emigrantes haitianos pueden ser la gota que colme el
vaso, según el responsable de una de las principales ONG de Haití, Rob J.
Padberg.
En
una entrevista con EFE en Madrid, el coordinador de Mary's Meals aseguró que
Haití, que vive una situación de violencia extrema, es "una olla a
presión que puede explotar en forma de guerra civil".
Gran conocedor del país
en el que reside desde hace 50 años, Padberg afirma que la coyuntura es tan
delicada que cualquier medida que avive la llama puede desencadenar el
desastre, por lo que "ha caído como un mazazo" la decisión de
Donald Trump de reducir drásticamente la ayuda al exterior y deportar a los
haitianos que viven en Estados Unidos.
"Haití necesita
avanzar hacia la democracia" para salir del grave
conflicto en la que está atrapado, pero "democracia y seguridad van de
la mano" y "en estos momentos la seguridad es el principal
problema".
Las
limitaciones de la misión multinacional de seguridad
Con el objetivo de
debilitar las bandas armadas y avanzar hacia la paz, la misión multinacional de
apoyo a la seguridad (MSS) liderada por Kenia se empezó a desplegar en Haití el
pasado mes de junio, financiada en gran parte por Estados Unidos.
"Dijeron que
llegarían miles de agentes y solo han llegado 800 porque, al parecer, hay
problemas para pagar los sueldos", lamenta Padberg.
"Haití tiene
que solucionar sus propios problemas -añade-, pero hay cosas que no puede hacer
por si solo, como neutralizar a las bandas para que haya la seguridad
imprescindible para democratizar el país y reconstruirlo".
En su opinión, la actual
misión internacional de apoyo a la seguridad es insuficiente para enfrentarse a
las bandas y "hay que ver como otros países y las Naciones Unidas se
implican".
La deportación de
haitianos, la gota que colma el vaso
También resulta "muy
preocupante" la decisión de la Administración Trump de eliminar el
Estatus de Protección Temporal a los haitianos que viven en Estados Unidos que,
según anunció el departamento de Seguridad Nacional estadounidense, se empezará
a aplicar el próximo 3 de agosto.
A partir de esa fecha,
más de medio millón de migrantes de Haití perderán el permiso de trabajo que
les mantenía legalmente en el país y podrán ser deportados.
"Si a eso le sumamos
que otros países, como Bahamas y República Dominicana, también están deportando
a los haitianos, vemos que la olla a presión de Haití sigue acumulando razones
para explotar", advierte Padberg.
El coordinador de Mary's
Meals conoce a fondo la extrema presión que se vive dentro de Haiti ya que su
ONG da de comer cada día a 175,000 niños en 500 colegios de Haití.
Su trabajo es esencial
porque "las bandas dificultan el transporte por carretera y en muchas
zonas del país no llega comida suficiente para las necesidades básicas".
"Que los
niños tengan una comida asegurada en la escuela hace acudan al colegio y tengan
menos posibilidades de entrar en las bandas, que reclutan muchos niños
soldados", añade.
Padberg considera
fundamental reducir en lo posible la cifra de niños soldados, "porque
viven en un mundo de violencia, consumen drogas que les quitan el hambre y les
hacen olvidar su sufrimiento y, si pasan mucho tiempo en ese ambiente, se
acabará perdiendo toda una generación que será irrecuperable".
"Cuanto más nos adentremos en este pozo oscuro más difícil será pasar la página y volver a una situación normal", concluye.
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