PANDILLEROS: Tres años de excepción en el gobierno de El Salvador
AP: San Salvador, El
Salvador. - Cuando El Salvador entró en estado de
excepción hace tres años, el país registró 87 asesinatos en tres días. Ese
2022, cerró con 496 muertes violentas. Ahora, en plena vigencia de un extenso y
estricto régimen que permite al gobierno detener a la gente sin decirle por qué
y negarle un abogado, los crímenes se han reducido a seis en marzo. A tres en
febrero. A seis en enero. Y a 114 en todo el año pasado.
De
esa caída en los asesinatos presume el presidente salvadoreño, Nayib Bukele,
para decir que es “el país más seguro del hemisferio occidental, después de
haber sido el país más inseguro del mundo ”. Eso publicó en la red X, antes
Twitter, el pasado 1 de enero. Pero también lo repite cada vez que habla
públicamente de su política de mano dura contra las pandillas.
Otras cifras, también
oficiales, han ensombrecido esa estrategia.
Desde que se aprobó el
estado de excepción el 27 de marzo de 2022, más de 85,000 personas han sido
detenidas con cargos de pertenencia o asociación a pandillas. Pero
el propio gobierno ha reconocido que el 90% de ellas está en prisión sin que
hayan sido condenados y que 8,000 inocentes han tenido que ser liberados por
falta de pruebas en su contra.
Pero
organizaciones de derechos humanos hablan de que esa cifra de inocentes podría
ser de 25,000.
La abogada Ingrid
Escobar, directora de la ONG Socorro Jurídico Humanitario, aseguró que los
detenidos que tienen indicios de nexos con las pandillas son entre 50,000 y
60,000. Los demás, no, pues hay “elementos suficientes probatorios para
considerarlos inocentes”.
Además, organizaciones
defensoras de los derechos humanos han registrado casi 6.900 denuncias de
abusos a los derechos humanos en las cárceles. Según indicaron, van desde
golpes, malos tratos, crueldad e incluso abusos sexuales.
Socorro Jurídico
Humanitario dice haber documentado la muerte de 374 personas en custodia. Entre
ellas, 25 mujeres y cuatro bebés que se enfermaron en los penales.
El estado de excepción ha
mantenido suspendidos por tres años derechos fundamentales como el de ser
informado del motivo de una detención o acceder a un abogado. Las fuerzas de
seguridad pueden intervenir las telecomunicaciones sin orden de un juez y la detención
sin audiencia judicial pasó de 72 horas a 15 días.
Ese régimen ha sido renovado 36 veces por el Congreso, controlado por el
partido de Bukele, Nuevas Ideas, con 54 de los 60 escaños, tras los comicios de
2024 en los que el presidente salió reelegido —pese a una prohibición
constitucional— con más del 84% de votos.
"El país cambiÓ por completo2
Samuel, un trabajador de la construcción de 49 años, asegura que “el
país cambió por completo" y que ya no tiene que pagar “peaje para
entrar o salir”. Sonia Escamilla, de 40 años, madre de dos jóvenes, dice
que ya no tiene “miedo de que se los lleven los pandilleros porque están en
el CECOT”, una cárcel de máxima seguridad. Ella misma se atreve ahora a
trabajar como taxista.” Cinco años atrás, ni loca”.
En los días que siguieron a la declaratoria de excepción, miles de
soldados y policías con fusiles M-16, apoyados por camiones artillados,
hicieron registros casa por casa en populosos barrios. Montaron barricadas con
púas y no permitían ni el ingreso ni la salida de nadie.
Más de 30,000 efectivos uniformados siguen desplegados en las calles.
El gobierno también decretó la emergencia en las cárceles, donde por
orden de Bukele los reclusos permanecerían en sus celdas “sin poder ver ni un
rayo del sol”. Les decomisaron las colchonetas para dormir y el presidente
advirtió a las pandillas que, si aumentaban los homicidios, les quitaría la
comida a sus compañeros en las cárceles.
Además, ordenó la construcción del Centro de Confinamiento al
Terrorismo, una de las prisiones de máxima seguridad más grandes de
Latinoamérica con capacidad para 40.000 reclusos y en la que hay 20.000.
Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero y bajo un
acuerdo con el gobierno salvadoreño, a ese centro han sido destinados casi 300
venezolanos deportados por Estados Unidos.
El abogado David Morales, jefe jurídico de la ONG Cristosal, criticó en
entrevista con la AP el hacinamiento de la mayoría de las prisiones. Los
presos, dice, viven en “condiciones inhumanas y degradantes”. A tres
años del régimen, no pueden recibir visitas de sus familiares.
El gobierno no transparenta cuántos presos hay en las 27 cárceles del
sistema penitenciario, pero según datos de World Prison Brief, hay 1,659
prisioneros por cada 100,000 habitantes, siendo uno de los primeros en el listado de países con mayor
población carcelaria.
reforma del cÓdigo penal
El Congreso también reformó el Código Penal para convertir en delito la
pertenencia a una pandilla y castigarlo con 20 a 40 años de prisión. Los
cabecillas pueden recibir condenas de hasta 60 años.
La pena más dura impuesta fue de 1.420 años de prisión a un pandillero
de la Mara Salvatrucha (MS-13) —una de las bandas que Estados Unidos calificó
hace un mes como organización terrorista extranjera —, como culpable de siete
homicidios, 37 extorsiones y 25 casos donde planificaba asesinar personas.
La MS-13, así como la pandilla Barrio 18, están consideradas dentro de
El Salvador como organizaciones terroristas por decisión de la Corte Suprema de
2015. Ese año, con 6,656
asesinatos y una tasa de homicidios de 106 por 100,000 habitantes, fue uno de
los más violentos en la historia salvadoreña y el más sangriento desde la
guerra civil.
Por más de tres décadas, las pandillas operaron en la mayoría del
territorio e impartían su propia justicia con la consigna impuesta a la
población de “ver, oír y callar”. Recaudaban casi 2.000 millones de dólares en
extorsiones, según cálculos de las autoridades, asesinaban a los que no les
pagaban y reclutaban a menores de edad.
La organización internacional Human Rigths Watch aseguró que más de 3,000 niños, niñas y adolescentes han sido detenidos y “muchos de ellos sin vínculos aparentes" con las pandillas. En muchos casos, las detenciones “parecen estar basadas únicamente en denuncias anónimas o en su apariencia física".
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