PAPELES DESCLASIfICADOS: Museo Memorial de la Resistencia denuncia intentos para desacreditar al movimiento patriótico
Santo Domingo, RD. - El
30 de mayo de 1961 marcó el final de vida del dictador Rafael Leónidas Trujillo
y el camino hacia el desplome de su estructura dictatorial que gobernó con mano
de hierro al país durante 31 años.
Sin
embargo, 64 años después, persisten los intentos de “desacreditar” a los Héroes
del 30 de Mayo y minimizar la trascendencia de su sacrificio, según un
comunicado del Museo Memorial de la Resistencia.
“Después del
ajusticiamiento de Rafael Trujillo en 1961, beneficiarios de la dictadura han
intentado durante décadas desacreditar a los Héroes del 30 de Mayo y minimizar
el impacto del complot”, reza el comunicado divulgado ayer
por la tarde.
La postura del Museo
Memorial de la Resistencia gira en torno a las informaciones que contiene una
parte de los documentados desclasificados por el segundo gobierno del
presidente estadounidense Donald Trump sobre el plan de matar a Trujillo.
El documentado
desclasificado número 104-101214-10034 contiene todas las conversaciones entre
el encargado de la estación que mantenía la CIA en Santo Domingo y el doctor
Ángel Severo Cabral, uno de los principales conspiradores dominicanos contra el
régimen de Trujillo, sobre la posibilidad de asesinar al dictador en “silencio”
pero con posibles efectos colaterales.
El documento también
registra todas las planificaciones que mantuvieron las agencias de inteligencia
norteamericanas en el país con conspiradores dominicanos para la caída del
régimen. Y, en una de ellas, se habla de una posibilidad que afectaba a otra persona.
Desde el mismo instante
del magnicidio, los beneficiarios del régimen impulsaron estrategias para
minimizar el impacto del complot, ya fuera con el propósito de perpetuar el
poder de Ramfis Trujillo o sostener la influencia del entonces presidente
Joaquín Balaguer, sostuvo el Museo.
“Ejemplos sobran:
la versión de Zacarías De la Cruz, chofer de Trujillo, desmentida en absoluto
por la autopsia practicada al cadáver, o el ocultamiento de la participación de
Amado García Guerrero, por no entender conveniente que se supiera que había un
militar activo en el complot libertario, por citar solo dos”,
recordó.
El Museo sostuvo que, a
pesar de la campaña de “desinformación” y “descrédito” vigente
desde hace 64 años, “los hechos siguen siendo los mismos”. Según el
Museo, los relatos y las opiniones de “partes interesadas” documentadas
en informes de agencias del gobierno de Estados Unidos “no cambian estos
hechos”.
El Museo aclaró que
tampoco es la primera vez que informes de agencias norteamericanas “faltan a
la verdad”. Ante esto, puso de ejemplo la guerra de Irak y la búsqueda de
armas de destrucción masiva que, de acuerdo con el Museo, “no existían”.
“Un ejemplo que
nos atañe es la invasión de 1965 en nuestro propio territorio, decisión basada
en informes de estas mismas agencias estadounidenses, que aseguraban que el
contragolpe del 24 de abril era una revolución comunista”.
El Museo sostuvo que el
afán de los trujillistas y sus defensores en impulsar un proceso de
revisionismo que legitime la dictadura “es tan desmedido, que atribuyen
acciones típicas del dictador a sus ajusticiadores”, tratando de
atribuirles crímenes que ellos mismos cometieron.
El Museo puso de ejemplo
y rememoró el crimen contra las hermanas Mirabal y señaló: “No pocas veces
han tratado de reescribir los hechos y variar los indicios. Se olvidan de que
fue precisamente el único caso llevado a la justicia, proceso en el que los
asesinos materiales confesaron y que fue visto por todo el país, ya que fue
público y televisado. Sobre el asesinato de las Mirabal se dictó condena penal
y la sentencia está publicada”.
Ante informaciones de los documentos desclasificados, el Museo indicó que la caída de la dictadura trujillista “es un hecho con abundantes testigos”.
No hay comentarios