Estado de Italia solicita permiso de padres para impartir educación sexual en escuelas

AFP: Roma, Italia. - El gobierno italiano desea que se exija la aprobación de los padres para las clases de educación sexual, que no son obligatorios en Italia, país católico en su mayoría.

A través de un decreto de ley, el gobierno quiere "garantizar (...) el consentimiento previo y fundado de las familias sobre las actividades escolares relacionadas con la sexualidad", indica un comunicado difundido el miércoles después de un consejo de ministros.

La iniciativa prevé que se solicite a los padres un consentimiento escrito previo "para la participación en las actividades extraescolares y las que se inscriben en el marco de la ampliación de la oferta educativa sobre temas relacionados con la sexualidad", según el comunicado.

La primera ministra de extrema derecha Giorgia Meloni se describió como una "madre cristiana" y ganó las elecciones legislativas de 2022 defendiendo los valores familiares tradicionales.

El Vaticano ejerce todavía una influencia considerable en Italia, por lo que el tema de la educación sexual es aun tabú.

Las iniciativas con miras a hacerla obligatoria en la escuela tuvieron poco eco en el pasado.

El oficina italiana de la ONG internacional Save the Children constató en febrero que solo 47% de los adolescentes italianos tuvieron alguna forma de educación sexual en la escuela.

La tasa era de 37% en las regiones más pobres del sur del país, así como en Sicilia y en Cerdeña.

En marzo, el centro de investigación Cesie, que tiene sede en Palermo, en Sicilia, acusó a los "movimientos de extrema derecha" de presentar esta educación como "una amenaza para los valores familiares y la identidad nacional".

"Al bloquear la educación sobre las relaciones, el consentimiento y la sexualidad, refuerzan los estereotipos de género y mantienen un sistema patriarcal caracterizado por la violencia sexista", señaló el Cesie.

El aborto es legal en Italia desde 1978, pero la mayoría de los ginecólogos rechazan interrumpir los embarazos, a nombre de la objeción de conciencia.